
Tratamiento de conducto: criterios clínicos, radiográficos y perspectiva biomimética
El tratamiento de conducto, también conocido como endodoncia, es uno de los procedimientos más relevantes en la práctica odontológica. Su objetivo principal es mantener la funcionalidad del diente cuando la pulpa ha sido comprometida. Sin embargo, en la odontología moderna y en la odontología biomimética, cada vez se pone más énfasis en preservar la vitalidad pulpar cuando sea posible, evitando intervenciones innecesarias.
En este artículo, revisaremos cuándo sí y cuándo no realizar un tratamiento de conducto, los parámetros clínicos y radiográficos que lo justifican, las alternativas de preservación pulpar, y cómo la visión biomimética redefine la toma de decisiones en la clínica diaria.
Indicaciones clínicas para realizar un tratamiento de conducto
- Dolor espontáneo persistente: asociado a pulpitis irreversible.
- Dolor provocado que persiste después del estímulo.
- Necrosis pulpar con cambios de coloración y ausencia de respuesta a pruebas de vitalidad.
- Inflamación pulpar acompañada de abscesos o fístulas.
Indicaciones radiográficas en endodoncia

Los parámetros radiográficos siguen siendo clave en la decisión:
- Lesiones periapicales visibles (radiolucidez).
- Reabsorciones internas o externas.
- Caries profundas con compromiso pulpar evidente.
- Fracturas radiculares que afectan la vitalidad.
Cuándo NO realizar un tratamiento de conducto
Existen casos donde la endodoncia puede evitarse y optar por tratamientos conservadores:
- Caries cercanas a la pulpa con síntomas reversibles.
- Exposiciones pulpares mínimas en pacientes jóvenes, donde es viable una protección pulpar directa.
- Pulpotomías parciales o cervicales en casos de inflamación limitada.
✅ Checklist clínico: ¿Tratamiento de conducto o preservación pulpar?

1. Evaluación inicial: pruebas de vitalidad y análisis radiográfico.
2. ¿Pulpa vital y dolor reversible? → Protección pulpar o técnica biomimética.
3. ¿Exposición mínima y controlada? → Protección pulpar directa o pulpotomía.
4. ¿Pulpa inflamada pero viable? → Pulpotomía parcial o cervical.
5. ¿Necrosis pulpar o pulpitis irreversible? → Tratamiento de conducto.
6. ¿Fractura vertical o estructura insuficiente? → Evitar endodoncia, considerar extracción.
Perspectiva biomimética: preservar la vitalidad pulpar
La odontología biomimética propone intervenciones mínimamente invasivas que imitan las propiedades del diente natural. Bajo esta visión, se priorizan técnicas como:
- Protección pulpar directa con biocerámicos o MTA.
- Pulpotomía parcial en jóvenes con pulpa aún vital.
- Restauraciones adhesivas de alta calidad que reducen microfiltración y estrés mecánico.
Este enfoque busca evitar tratamientos de conducto innecesarios y prolongar la vida útil de los dientes.
El tratamiento de conducto sigue siendo una herramienta indispensable en la odontología, pero no debe aplicarse de manera rutinaria sin una evaluación exhaustiva. Los criterios clínicos y radiográficos guían la decisión, y la odontología biomimética ofrece alternativas de preservación pulpar que cada día cobran mayor relevancia.
En la Autrán Dental Academy, promovemos la formación continua en endodoncia, adhesión y biomimética para que los odontólogos puedan tomar decisiones fundamentadas y actualizadas en su práctica clínica diaria.
FAQs
1. ¿Cuándo es realmente necesario un tratamiento de conducto?
Un tratamiento de conducto es necesario cuando existe pulpitis irreversible, necrosis pulpar o lesiones periapicales confirmadas clínica y radiográficamente. También se indica en fracturas o caries profundas que comprometen de forma definitiva la pulpa dental.
2. ¿Existen alternativas para evitar un tratamiento de conducto?
Sí. Gracias a la odontología biomimética y a materiales bioactivos, hoy en día es posible optar por técnicas como la protección pulpar directa, la pulpotomía parcial o el uso de restauraciones adhesivas de alta calidad, siempre que la pulpa esté aún vital y el daño sea reversible.
3. ¿Qué parámetros clínicos indican que no debo realizar una endodoncia?
Se debe evitar el tratamiento de conducto cuando el diente presenta dolor reversible frente a estímulos, exposiciones pulpares mínimas controlables o inflamaciones localizadas que pueden resolverse con procedimientos conservadores.
4. ¿Qué rol juega la radiografía en la decisión?
Las imágenes radiográficas permiten confirmar lesiones periapicales, reabsorciones internas o externas, y caries profundas con compromiso pulpar. Si la radiografía muestra una pulpa aún conservada sin signos de necrosis, se recomienda intentar la preservación pulpar.
5. ¿Cuál es la visión biomimética respecto al tratamiento de conducto?
La perspectiva biomimética prioriza la preservación de la vitalidad pulpar mediante técnicas mínimamente invasivas y restauraciones adhesivas que imitan las propiedades naturales del diente. De esta forma, se evita la endodoncia innecesaria y se prolonga la longevidad dental.
6. ¿Cuándo es inevitable realizar un tratamiento de conducto?
El procedimiento es inevitable en casos de necrosis pulpar total, pulpitis irreversible sintomática, lesiones periapicales avanzadas, o reabsorciones que comprometen seriamente la estructura dental.
7. ¿Qué beneficios tiene un tratamiento de conducto bien realizado?
Un tratamiento de conducto exitoso permite conservar la pieza dental, eliminar la infección y el dolor, y devolver la funcionalidad masticatoria, evitando la extracción y la necesidad de tratamientos protésicos más invasivos.